lunes, 1 de febrero de 2021

ANSIEDAD Y ATAQUES DE PÁNICO

Introducción

La ansiedad es familia de la angustia, angustia viene de la palabra angosto, que significa estrecho, cuando sentimos angustia se estrecha la caja torácica.

Cuando hablamos de ansiedad nos referimos una angustia más intensa, estoy de acuerdo con Jean Marie Robine cuando dice que la ansiedad en si no es patológica, forma parte de la naturaleza humana (las personas tenemos unas 300 experiencias ansiosas al día), lo que si puede ser patológico es aquello que hacemos con esta ansiedad, es decir, la manera que elijo para gestionar esta ansiedad (por ejemplo; tomarme un whisky si siento ansiedad, como solución a esta, puede convertirse en el problema si lo hago a diario).

Las soluciones (ajustes creativos) que encuentro para regular mi ansiedad también me permiten no sentir la ansiedad. Esta solución o síntoma tapa el problema y al mismo tiempo lo revela. La ansiedad, normalmente, no se muestra de forma abierta.

La ansiedad siempre está conectada con nuestra relación con el entorno, tiene que ver con el bloqueo de una emoción o de una excitación creadora.





Ansiedad y Excitación

La Terapia Gestalt considera que la ansiedad es la misma cosa que la excitación, como dos caras de la misma moneda.

Siendo la excitación la movilización de la energía, cuando emerge una figura de un fondo se acompaña de una excitación ,es una energetización en la situación. El término excitación es central para la TG, es la evidencia inmediata del campo O/E.

Para Myriam Muñoz Polit la excitación sería el equivalente, en términos de sentimientos, a el entusiasmo.

En palabras de Jean Marie Robine “Se mantiene la excitación, aumenta y, después, disminuye durante la secuencia de contactos completa. Sin embargo, esta excitación podría estar inhibida o bloqueada por diversas razones (del propio organismo o del entorno), lo que resulta en la ansiedad. Esta ansiedad es la manifestación de la excitación bloqueada, debido a la interrupción de la excitación del crecimiento creativo”

Por tanto, desde la TG la ansiedad está descrita como una excitación inmovilizada. La excitación puede convertirse en contacto o no hacerlo (el entorno, la situación no la sostiene) en este momento se convierte en ansiedad, igualmente, si le damos la posibilidad de convertirse en contacto la ansiedad vuelve a ser excitación.

La excitación es una energía que va hacia algún objeto, si algo la interrumpe, esta energía se estanca, deja de moverse hacia el objetivo, es un movimiento sin objetivo, esto es la ansiedad.









EXITATION (Ing)

EXITAMENT (Ing)

Agitación

Motivación/Entusiasmo

Biológica, física, fisiológica

Sentido psicológico

volcar una energía sin forma

con una forma y un objetivo.

Movimiento

Movimiento hacia…





Ansiedad y apoyo

Desde la perspectiva de Laura Perls, se une la ansiedad a la falta de apoyo necesario durante la experiencia de contacto. Cuando falta el apoyo necesario, se produce la ansiedad.

Si se produce una interrupción en el contexto de la incapacidad de comprometerse con los desafíos de la etapa actual, o el miedo de pasar a la siguiente, deviene la ansiedad. Esto impide que la persona obtenga los recursos de apoyo que necesita dentro de ella o del entorno.



Ansiedad en la construcción de la Gestalt

Surgimiento de una figura

Ansiedad

Confluencia

Excitación del propio deseo


Ansiedad (no puedo sostener mi deseo)

Introyección

Percepción del Entorno (para encontrar que me va a permitir satisfacer mi deseo)

Ansiedad (El entorno no concuerda con lo que busco)

Proyección

Ir hacia

Ansiedad

Retroflexión

Dejarse ir/Soltar

Ansiedad

Egotismo (Mucho control, demasiado Ego)



  1. Surgimiento de una figura VS Confluencia

La simple aparición de una figura de contacto puede producir ansiedad que impida la figura que está apareciendo (Confluencia).

Es un fracaso al empezar, ya que la aparición de una figura es una ruptura de la confluencia.

La confluencia elimina el riesgo de la ansiedad que pueda producir la individuación, mantiene una falta de diferenciación entre el organismo y el entorno.



  1. Excitación del propio deseo VS Introyección

Puesto que “la coacción es incompatible con la excitación”, si cualquier aspecto del entorno ejerce una coerción, no permitirá que el self funcione en modo yo en el contacto. La excitación ligada al aumento del deseo se inmovilizará. Y la intensificación de esta excitación produce ansiedad. El propio deseo no puede ser reconocido, ni recogido, ni utilizado.

La introyección se produce cuando el self desplaza su propio deseo o apetito potencial por el de algún otro.

El asunto importante no es el contenido en sí de la itroyección, lo que importa en la experiencia del paciente es que su deseo crea ansiedad en el otro o en si mismo y para resolver esta ansiedad aplasta su propio deseo y traga el deseo de la otra persona.

El trabajo terapéutico es apoyar a mi paciente a sostener su propio deseo.



  1. Percepción del entorno VS Proyección



A veces, percibir el entorno tal cual es genera ansiedad. Por ejemplo: si una paciente percibe que nadie la quiere, su percepción allá dónde esté es que nadie la quiere, de algún modo se siente aliviada, cómoda, pues es una percepción que conoce, se maneja en las sensaciones, afectos y emociones que le produce. En cambio si alguien muestra interés o amor por ella, es posible que no pueda sostener estas sensaciones novedosas que le muestra el entorno y le genere ansiedad.

En este estadio los dos polos (O y E) se activan, es un momento especialmente sensible y creador de ansiedad, cuando la figura cambia desde un polo del campo, el organismo, al otro, el entorno, moviéndose del interior al exterior. “Moverse hacia” nos lleva al latín “ex-movere” del que se deriva “emoción”. En este momento es cuando la emoción es mas crucial, es el impacto entre el estado del organismo y el estado del entorno, por tanto la emoción es una función del campo. Para que exista la emoción necesitamos aceptar la excitación y hacer frente al entorno.

  1. Ir hacia VS Retroflexión

Cuando se es capaz de percibir y crear el entorno, la excitación puede comprometerse con la situación: Ir hacia y contactar plenamente. Este ir hacia puede suscitar ansiedad o terror y esta función dirigida originalmente hacia el mundo por el individuo, cambia de dirección y vuelve hacia el que la ha originado.

Ir hacia se corresponde con la concepción gestáltica de agresividad “como un poder humano beneficioso, autoexpresivo y creativo para hacer algo o hacer que algo suceda, estar dispuesto a darse a sí mismo al mundo, así como recibir del mundo” (Miller 1994). La retroflexión por tanto, es el modo de contactar que posibilita evitar la ansiedad de la agresividad. La acción se vuelve hacia los únicos objetos disponibles y seguros en el campo, su personalidad y su propio cuerpo.

Una retroflexión “sana” posibilita el compromiso frenándolo para reajustar la emoción, esto es autocontrol (ejercicio de la voluntad), puede evitar que la persona se vea envuelta en actividades agresivas no apropiadas, aquí, la retroflexión es un ajuste creativo. (Re-flexionar es un tipo de retroflexión, como una forma de preparación, no de evitar la acción.).

Cuando la propia agresividad (en el sentido anterior) no se puede expresar puede convertirse en hostilidad o volverse contra una misma. El miedo a destruir produce ansiedad, por lo que la destructividad se vuelve de nuevo a los únicos objetos disponibles; el propio cuerpo o la personalidad (comportamiento autodestructivo o la masturbación).

La persona que es en realidad el destinatario supuesto del contacto, no está del todo excluida y la retroflexión podría afectarle de forma indirecta, como en el caso del suicidio.

Un ejemplo de esto: Tengo la necesidad de ser calmada, percibo el entorno e identifico que puede darme cierta protección, la ternura que necesito, entonces voy hacia el entorno para saciar la necesidad que emerge, pero en ese movimiento puedo sentir ansiedad y evitar ir hacia el entono mediante la retroflexión. En lugar de ir hacia la otra persona de la que quiero la ternura, me la doy yo misma. Pasa lo mismo con la agresividad o la hostilidad, en lugar de pegarte, me muerdo las uñas.

Si finalmente decido ir hacia la otra persona y me abandono en el contacto con el objeto elegido, puedo soltar.

  1. Dejarse ir/Soltar VS Egotismo

En algunos casos el enfoque del contacto final produce tanta ansiedad que el egotismo se utiliza como un freno para evitar el final.

Isadore From escribió que el uso de cualquier forma de “Nosotros”, podría despertar la ansiedad, sobre todo en personas con trastornos de la experiencia narcisista.

Hablamos de un egotismo sano, cuando su función es saber si es segura soltar. Es disfuncional si al ir hacia se produce una interrupción. Se diferencia de la retroflexión en esto precisamente, se produce una ruptura, no vuelve a mí.



Diferencia entre ansiedad y ataque de pánico

El ataque de pánico puede definirse como un episodio de ansiedad aguda sin apoyo, el sujeto llega a sentirse en peligro de muerte. El organismo que siente crecer la excitación no es capaz de dirigirla al no encontrar en el entorno el apoyo adecuado, ni tampoco el autoapoyo suficiente. Forma parte de la patología del miedo.

Encontramos diferencias cuantitativas y cualitativas entre ansiedad y ataque de pánico.

Recordemos las 2 funciones de la frontera de contacto descritos en el PHG “ La frontera de contacto, el punto en el que se verifica la experiencia, no separa al organismo del entorno, más bien incorpora la función de limitar al organismo, contenerlo y protegerlo y al mismo tiempo ponerlo en contacto con el entorno

  • Contactar está acompañado del crecimiento de la excitación, que si no dispone del apoyo adecuado se convierte en ansiedad. La ansiedad, por tanto, se evita interrumpiendo el proceso de contacto, aun que hacer esto reduce la frescura de la experiencia y la hace mas estereotipada (neurótica).

  • En cuanto a la función de contener y proteger el organismo, la ansiedad surge cuando el organismo se siente expuesto al entorno de una manera que puede dañar gravemente su integridad y conservación.



El ataque de pánico se sitúa entre la ansiedad neurótica y la experiencia psicótica. Sucede de forma imprevista, se percibe como una discontinuidad de la vivencia. En el ataque de pánico el fondo sobre el cual se está creando la figura de contacto se hace muy problemático imprevisiblemente e insuficiente, se fragmenta y se colapsa, hay una caída del fondo.

Relatos de pacientes que ilustran el ataque de pánico (Gianni Francesetti Ataques de pánico y posmodernidad 2005, pág. 93):



Estaba yendo a hacer un encargo y de repente me di cuenta de que estaba lejos de mi casa, he sentido que me faltaba la tierra bajo mis pies, la cabeza se ha vaciado, no conseguía respirar y tuve miedo de estar a punto de morir.

Estaba yendo al trabajo, en el coche, me paré en la cola del semáforo, parecía todo normal y , en cambio, me ha asaltado la ansiedad, me senti embotellado, sin salida para huir, de golpe me ha subido un calor que me ha cerrado la garganta, me parecía que me iba a ahogar y he tenido un miedo terrible de morir.



En los 2 relatos se puede observar:

  • El continuum normal de lo vivido se interrumpe bruscamente por una fractura imprevista y repentina.

  • Sentir la posibilidad de morir.



En el ataque de pánico lo que bloquea la intencionalidad de contacto no es un obstáculo puesto delante que nos impide avanzar (como podría serlo en la ansiedad) es mas bien una caída de lo que nos sostiene, es la caída del ground, del fondo, de todo lo que damos por supuesto que está ahí.

La hipotesis que propone Gianni Francesetti es que la característica principal y específica de un ataque de pánico es que el fondo se vuelve figura de repente, precisamente porque está desplomado, los contactos descontados se vuelven figura “¿Estoy respirando bien? ¿Veo mis puntos de referencia? ¿Se dónde estoy? ¿Mis piernas, mi corazón me sostendrán?”



Gianni Francesetti escribe una descripción magistral de qué es un ataque de pánico (en la pagina 69 del libro arriba citado):

De golpe, una persona, incluso si está rodeada de gente, siente que se hunde en una soledad sin esperanza, nota una angustia profunda, siente que la catástrofe es inminente, experimenta picos de terror y busca, desesperadamente, las figuras que se dan seguridad. Las correlativas reacciones fisiológicas (temblor, sudor, sensación de desvanecimiento) hacen más aguda la sensación de estar a punto de acabar. En el fondo de seguridad existencial de base se ha abierto una grieta percibida como un abismo: es como si el suelo se hubiera abierto de repente. La presencia de otros no es suficiente para aplacar la angustia y dar apoyo”









Aspectos sociales relacionados con los malestares psíquicos

  • Competencia Relacional

En la competencia relacional hay 2 necesidades constitutivas y elementales

  1. La necesidad de Autorrealizarse (ser una misma)

  2. La necesidad de Pertenencia (Vivir-con)

Se produce el malestar psicológico cuando hay un fallo de las capacidades de componer de manera positiva estos 2 impulsos (se anula la autoafirmación o la pertenencia).

¿A cuál de las dos dar prevalencia? Dependerá de 3 factores:

  1. Experiencia personal.

  2. Imprinting recibido en las relaciones primarias.

  3. Modelos relacionales del contexto socio-cultural

En sociedades donde se percibe riesgo, se dará prevalencia a la pertenencia por encima de la autorrealización, lo que propicia experiencias neuróticas, TOC o hipocondriacas. En cambio, en las sociedades que se perciban como seguras prevalecerá la autorealización frente a la pertenencia, propiciando experiencias cercanas al narcisismo, la confusión de la identidad o borderlines.

Aparecerá la ansiedad y tal vez el ataque de pánico si la autonomía crece más que el apoyo que recibo de la pertenencia. O si la necesidad de pertenencia es tan fuerte que nos sentimos culpables por no sabernos separa de la comunidad, de ser “yo”.

La autonomía es la figura sobre un fondo de pertenencia. La autonomía se nutre de la sensación de pertenencia, no se opone a ella.



  • Del Oikos al Polis: Ataques de pánico y ciclo vital

El pico de la aparición de un primer ataque de pánico se sitúa normalmente entre la adolescencia tardía y los 35 años. En el contexto actual, este periodo corresponde a una fase del ciclo vital caracterizada por la separación de la familia de origen y la adquisición significativa de una independencia mayor. Se hace al frente la búsqueda de una nueva pertenencia afectiva y social, mientras nos recolocamos y nos separamos de la pertenencia anterior.

  • Oikos: Lugar de pocos, de la casa, de la amistad íntima.

  • Polis: Lugar de muchos, de la ciudad, de la apertura al mundo.

El paso del Oikos al Polis puede ser central en la aparición del trastorno de pánico. Este paso crucial nos lleva a una reestructuración profunda de la propia pertenencia, de los fondos seguros, y nos expone a la soledad y a la propia vulnerabilidad.

La sensación de pertenencia es fundamental en el fondo que sostiene al organismo, el fondo de seguridad.

El terreno en el que se arraiga y el periodo de salida de la familia de origen es una fase del ciclo vital en el que ese fondo debe ser desestructurado y profundamente remodelado. Su inestabilidad expone al organismo a la posibilidad de desplomes del fondo repentinos y transitorios y, por tanto, a la experiencia del ataque de pánico. El sujeto que sufre ataques de pánico está suspendido entre la pertenencia pasada que ya no lo apoya y la pertenencia futura que todavía no lo apoya.” Gianni Francesetti

En conclusión podemos decir que es probable que el ataque de pánico surja cuando la autonomía del sujeto crece más de lo que crece el apoyo que da la pertenencia, en otras palabras, cuando la separación del Oikos no encuentra apoyo adecuado en la Polis.



Importancia de la terapia en los ataques de pánico

La tarea del/la psicoterapeuta es hacer decible lo indecible.

Cada modelo tiene un acercamiento diferente hacia este sufrimiento, desde luego no podemos decir que exista un modelo clínico que valga para dos los tiempos y contexos. La TG se mueve desde la Hermenéutica, la contextualización socio-cultural en la comprensión del malestar psíquico es indispensable, aunque no suficiente, en todo proceso terapéutico.

Necesitamos tener en cuenta el aspecto relacional de la persona. Su sentido de pertenencia y su autorrealización, su Oikos y su Poli.

Debemos tener en cuenta que el ataque de pánico es un fenómeno de campo: Se manifiesta como malestar individual, pero es la expresión de una red relacional y social que no es capaz de proporcionar el fondo necesario para sostener la complejidad de la vida.

Como terapeutas tengamos presente que la lectura y el tratamiento del pánico requieren un fondo perceptivo capaz de entender ese campo: la necesidad del paciente es reconstruir y asimilar los fondos que lo sostienen.

El terapeuta apoya al paciente con su presencia, creatividad, competencia, con el cuidado de los límites y de la calidez, con la confianza en el poder del encuentro. A través de los fondos sedimentados en los contactos asimilados de su historia, de transformarla creativamente por medio de la apertura a la vida y al otro, en una nueva y continua co-creación de experiencia y sentido.

Es importante ver al paciente como una figura personal que emerge de un fondo colectivo, no lo curamos como individuo aislado, si no el tejido de vínculos en los que está inmerso y del que nosotros, como terapeutas, también llegamos a ser una parte.

Especial atención en la insostenible inconsistencia de los vínculos que se revela en esta época.

En el capítulo 24 del libro “Terapia Gestalt en la práctica clínica” se expresan muy bien cuatro etapas, que marcan cuatro momentos significativos de paso terapéutico para el paciene que sufre trastorno de pánico, en el punto numero 4 “El apoyo específico: construir el ground” :

  1. Desde el síntoma físico al miedo: El paciente se hace consciente de que el ataque de pánico no representa ningún riesgo real de locura ni de muerte, sino que viene a temer los ataques en sí mismos.

  2. Del miedo a la soledad: La soledad surge como ground y el miedo es reemplazado por el dolor.

  3. De la soledad a la pertenencia: La reconstrucción de las redes de pertenencia (por encima de todo, a través de la relación terapéutica) ayuda al paciente a establecer nuevas raíces.

  4. De la pertenencia a la separación: el paciente aprende a llevar sus propios vínculos de pertenencia dentro de él y a actuar separadamente sin sentirse solo.



Bibliografía



Francessetti, Gianni. 2005 “Ataques de pánico y postmodernidad, la psicoterapia de la Gestalt entre clínica y sociedad”. Milan. Ed. Sociedad de cultura Valle-Inclan.

Francesetti, G. Gecele, M. Roubal, J. 2013 “Terapia Gestalt en la práctica clínica. De la psicopatología a la estética del contacto”. Milan. Ed. Asociación cultural Los libros del CTP.

Francesetti, G. 2013. La perspectiva de la Terapia Gestalt en los ataques de pánico. En “Terapia Gestalt en la práctica clínica. De la psicopatología a la estética del contacto”. Editado por Francesetti, G. Gecele, M. Roubal, J, 641-639, Milan. Asociación cultural Los libros del CTP.

Robine, J M. 2013. Ansiedad en la situación: Perturbaciones de la construcción de la Gestalt. En “Terapia Gestalt en la práctica clínica. De la psicopatología a la estética del contacto”. Editado por Francesetti, G. Gecele, M. Roubal, J, 619-639, Milan. Asociación cultural Los libros del CTP.

Robine, J M. “Cómo pensar la psicopatología desde la Terapia Gestalt” 27/09/2019, Centre Gestalt, Valencia.

Tarrega, X. “Sesión Clínica” 26/10/2019, Centre Gestalt, Valencia.




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