Cuando los 2 o 1
miembro de la pareja se pierde a si mismo en la relación.
“Renuncio a
la mayor parte de lo que soy para tener y conservar la
relación”
Como
todos los mecanismos, su función es protegernos y se puede dar en
diferentes volúmenes, cuando el volumen es bajo el mecanismo nos es
útil y hace su función de protegernos, el problema viene cuando el
mecanismo se da a volúmenes altos, es decir, se activa de forma
automática e inconsciente, no podemos controlarlo y nos lleva a
cometer los mismos errores una y otra vez...
Este mecanismo es
útil, a un volumen consciente para hacerme cargo de lo que le pasa a
mi pareja “me preocupo por su bienestar”. Accedo
a sus elecciones o necesidades (aun que no sean las mías) de forma voluntaria y consciente por su bienestar, porque eso le hace feliz.
En
un volumen alto, cuando se activa este mecanismo de forma
inconsciente y se convierte en un patrón rígido de
conducta “me obligo a hacer cosas que no quiero y luego
me quejo, en lugar de exponer mis necesidades, porque temo que me
abandonen por ello”.
La confluencia impide la confrontación y el contacto verdadero, es
una fusión mas que un contacto, donde se pierden los limites de cada
miembro de la pareja.
Este mecanismo es agotador. No se distingue el limite entre uno
mismo y el otro, lo que dificulta un ritmo sano de Contacto-Retirada.
Y termino por no saber cuales son realmente mis necesidades, las
confundo con las del otro, no se dónde estoy, ni qué quiero....
La persona que confluye accede a los deseos y necesidades de su
pareja como si fueran suyas, se pierden en la relación. Introduce
las necesidades externas como internas y esto dificulta mantener una
comunicación en la pareja y un funcionamiento sano.
¿Que se puede hacer frente a la confluencia?
- Contacto real, reorganizar el ritmo de contacto-retirada sin fusionarse
- Diferenciación. Yo soy yo y tu eres tu, nos encontramos pero no tenemos que estar de acuerdo en todo.
- Enunciación clara de las propias necesidades y deseos
- Empezar a experimentar las elecciones, necesidades y sentimientos propios como exclusivamente mios y que no tienen por que coincidir exactamente con los de mi pareja.
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