La
sombra, como lo llamó C.G.Jung, es la parte de mi que no veo, a
la que no le doy espacio, a la que no permito ser.
Dentro
de cada uno tenemos cosas que tildamos de “buenas o malas”,
¿a
caso tu eres solo lo bueno?
A
veces, solo dejamos salir, es decir, solo aceptamos lo que
consideramos bueno de nuestro ser.
¿a
caso lo malo no forma también parte de ti?
Pues
la respuesta es que si, lo “malo” también es parte de nosotros,
las personas somos seres completos con nuestra luz y nuestra sombra,
el hecho de negar la parte “mala” o sombra, nos divide, no nos
deja ser completos, nos dificulta el crecimiento personal y la
autorealización.
La
sombra, no tiene por que ser mala, es una parte que
escondemos, normalmente de forma inconsciente, una parte de nosotros
que no queremos mirar, pero ahí caemos en una trampa... Lo que no
miras, lo que no aclaras, se repite y te persigue.
Es
como el “Dr Jekyll and Mr Hyde”, en realidad son uno, pero se
desdobla por la necesidad de la sombra (Mr Hyde) de salir, de ser
reconocida, de tener su espacio. Al salir de forma separada a la luz
(Dr Jekyll) es incontrolable e incompleta.
Tanto
el Dr Jekyll como Mr Hyde son peligrosos precisamente por no
reconocerse el uno al otro y autoregularse o equilibrarse.
Esta
historia nos ilustra como la parte sombra y la parte luz, existen la
una con la otra y verlas y reconocerlas en uno mismo son un gran paso
hacia nuestro desarrollo completo como seres humanos.
La
sombra que es reprimida, escondida y silenciada, busca huecos
para salir, mostrarse y liberarse. Al negarla lo que
conseguimos es que salga de manera inconsciente haciéndonos esclavos
inconscientes de su fuerza.
Es
muy común que la sombra salga de nosotros proyectandose en los
demás. (de ahí el dicho “siempre habla quien mas tiene que
callar”).
Vemos
nuestras sombras (que son invisibles ante nuestros ojos) en los
demás. Así por ejemplo una mujer, que por motivos religiosos, o por
el que dirán, reprime sus fuertes y frecuentes deseos sexuales, (aun
que estén presentes, ella se esfuerza en esconderlos y esconderselos
a si misma) verá en las demás mujeres(las que no viven su
sexualidad como una sombra) unas golfas desatadas que no tienen
moral. Además lo propagara a los 4 vientos para autoconvencerse de
que ella hace lo correcto.
Otro
modo, que suele seguir al anterior, que tiene la sombra de salir, es
mediante la explosión. En el caso anterior por ejemplo, una
explosión podría ser, que ante el fuerte esfuerzo por mantener los
deseos sexuales a raya, un día el agotamiento pueda con ella, y tras
tal vez alguna copa, desate de forma insana su sexualidad sin ningún
tipo de control convirtiéndola en su Mr Hyde. Lo que la llenará de
sentimiento de culpa, tristeza e infelicidad.
Normalmente
si dejamos salir a la sombra nos invade la culpabilidad y es posible
que lo convirtamos en victimismo, es decir, diremos que la culpa es
de otro o de contextos externos que no podemos controlar. En el
ejemplo esta mujer pude decir “la culpa de que me comportara así
fue del alcohol, yo solo soy una víctima”, es una forma de
proyectar en el alcohol un deseo que es propio.
Este
modo de proceder solo “ensombrece” mas a la sombra, lo sano es
responsabilizarnos, hacernos consciente de que esa parte, nos
pertenece, que es parte de cada uno.
Lo
que veo en los demás, que me molesta tanto, es un espejo.
Habla de mi.
¿Por
qué nos gustan tanto las noticias morbosas? O bueno, tal vez no
reconozcamos que nos gustan, pero son las que mas audiencia,
curiosidad y atención generan.
Esto
es por que alimentan nuestras sombras, van directo al inconsciente y
calman las ansias de salir de nuestras propias sombras.
¿Cómo
puedo liberar a la sombra de un modo sano?
Lo
primero es tomar consciencia de su existencia. Darle espacio en mi
ser. En el ejemplo, aceptar que se tienen deseos sexuales, sin
juzgarlo, solo tomar consciencia de que está ahí, de que está en
mi.
Para
detectar mis sombras puedo fijarme en aquello que me saca de mis
casillas, y parece que a los demás no les afecta. “¿Que me pasa a
mi con eso?” Es posible que me moleste tanto por que forma parte de
mi, pero no me he hemos dado cuenta y busca su espacio a través de
esa incomodidad que me provoca.
Otro
indicio, es fijarme cuando estoy criticando a otra persona... ¿a
caso estoy hablando de mi? ¿Qué tiene que ver eso que le recrimino
al otro conmigo?. Ves tu sombra en el otro, bien, ahora búscala
dentro de ti.
La
sombra sale en los pequeños detalles, cuando interpreto las
necesidades de los demás posiblemente estoy dejando salir mis
necesidades inconscientes. Es interesante prestar atención a los
consejos que doy a los demás, es muy posible, que sean los que yo
necesito escuchar.
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