MIEDO AL COMPROMISO

En una relación de pareja hay tres pilares fundamentales, y han de existir los 3 a la vez:

1. La intimidad
2. El amor
3. El compromiso

En este post nos vamos a centrar en el tercero, el compromiso; y más concretamente en el miedo al compromiso.

¿Qué es el compromiso en la relación de pareja?

Definiciones formales de compromiso: “Obligación contraída por una persona que se compromete o es comprometida a algo.” “Acuerdo formal al que llegan dos o más partes tras hacer ciertas concesiones cada una de ellas.”

Es la confianza, la sensación de que el/la otr@ está ahí para sostener la relación, tanto en la diferencia como en la semejanza. Esto se sostiene con la decisión de mantener la relación por encima de los problemas, el compromiso de quedarnos en la relación ante las posibles crisis, hacer prevalecer el vínculo, la relación.

El compromiso, tiene un crecimiento progresivo en la medida que crece la interdependencia personal de los miembros de la pareja, es decir que cada uno sea el mismo estando con el otro.

¿Por qué me asusta el compromiso? ¿Y qué puedo hacer?

• Si sentimos el compromiso como obligación, como falta de libertad en lugar de verlo como una capacidad de elección “yo elijo comprometerme” por ejemplo, a cenar con un amigo, desde mi libertad, aunque me comprometa a ello.

• Cuando eligo a una pareja dejo de elegir a otras potenciales parejas, si elijo una vida de convivencia, en la que creamos un “nosotros” dejo de elegir algunas posibilidades del “yo”.

• Me saca de mi zona de confort, de lo que ya conozco en ese mundo del “yo”, lo que es interesante ver es las nuevas y enriquecedoras posibilidades que presenta el nuevo mundo del “nosotros”, que también presenta cierta incertidumbre, que puede resultarnos más difícil de manejar.

• Si lo vivo como una pérdida del “yo” en lugar de como una actualización, una suma, añadir otro “yo” que creará un “nosotros” más amplio.

¿Para que me sirve comprometerme?

Para construir una relación completa y segura el amor no basta, necesito intimidad, complicidad y compromiso o confianza.

El compromiso es necesario para crear un suelo que sostenga la relación, esa sensación de fe, de que cuando dé el siguiente paso, habrá un suelo sobre el que pasar, y este suelo lo construimos al 50% los dos miembros de la pareja, por eso es indispensable que el compromiso sea bidireccional.

Gracias al compromiso creamos los proyectos de pareja. Tener un proyecto en pareja da sentido y orientación a la relación.

La ausencia de compromiso puede provocar:

• Dificultades de comunicación; no me atrevo a hablar con mi pareja de las cosas importantes para mi, no siento suficiente confianza.
• Celos, nacen de la propia inseguridad que genera el no compromiso.
• Inseguridades, no siento una base segura sobre la que pueda crecer la relación.
• Distanciamiento, por no entender qué quiere mi pareja o por no hacerle saber, honestamente qué quiero yo de esta relación.
• Rupturas precipitadas, al no crear una base de confianza, ante una crisis o dificultad, se corta la relación rápidamente en lugar de buscar soluciones, estrategias o modos conjuntos de actuar. Que se co-crean durante la formación de la pareja y en todo su recorrido.
• Desilusión y desencanto con la pareja, al no comprometerme (o no sentir a mi pareja comprometida) nos quedamos en la superficialidad y esta se consume rápidamente, perdiendo el interés por la otra persona.
• Malos entendidos, si no siento la confianza de hablar abiertamente con mi pareja crearé muchas suposiciones sin contrastar.
• Dificulta el desarrollo de unas bases firmes para el crecimiento de la pareja.

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