Cuando
nos describimos psíquica o emocionalmente, usamos términos opuestos,
(soy generosa y por tanto no soy avara o soy sensible y por tanto no
soy dura).
Organizamos
nuestro pensamiento en función de asociaciones que establecemos a
través de diferencias y semejanzas, por comparación (soy mas
abierta que tímida) o por oposición (soy abierta, no soy tímida)
Cuando
hablamos de nosotros mismos, de nuestro ser, del “self”, nos
encontramos con una parte nuestra que es una zona de sombra, una
parte negada de mi
mism@, algo que no nos gusta mirar, ni ver, y
que, cuando se coloca por si sola (o a veces con la
colaboración de
otros) delante de nosotros, evitamos mirarlo de frente, miramos a
otro lado.
Es
entonces cuando negamos y decimos “yo no soy esto, soy lo opuesto”
En
realidad, los opuestos no son irreconciliables ni incompatibles,
somos nosotros quienes creemos que sí lo son.
Los
juzgamos erróneamente incompatibles, a la vez que reducimos nuestro
campo consciente al mirar tan solo un aspecto desde un único lugar y
dejando de lado su parte contraria.
Generalmente
solo prestamos atención a una de las partes (polo) que es la más
conocida, y desconocemos o pretendemos evadir la otra parte de
nosotr@s
mism@s
que nos representa mayor disgusto y rechazo.
Desde
el enfoque de la Gestalt estos polos (polaridades), se consideran
como polos de un mismo eje, su oposición es aparente, en realidad
los dos polos son parte de mi mism@, y saber INTEGRARLOS, nos lleva
al equilibrio.
Esto
se basa en la antigua tradición de la complementariedad entre el
Ying-Yang del Taoísmo.
Necesitamos
de todas nuestras posibilidades para responder a un ambiente en
constante cambio. Si nos cerramos en que somos una polaridad y no la
otra, empobrecemos nuestras posibilidades de SER, de ser seres
integrados.
Con
el tiempo vamos creando nuestro AUTOCONCEPTO seleccionando
interesadamente (de forma mas o menos consciente) algunos aspectos de
nuestra personalidad, identificándonos con ellos y mostrándonos con
esas limitaciones autoimpuestas ante el mundo.
El resultado es una
foto parcial y empobrecida de quien realmente somos, y lo
confundimos con nuestra verdadera identidad.
Tenemos
la oportunidad de replantearnos nuestro autoconcepto y ampliar así
nuestra identidad.
Las
polaridades son un trabajo personal muy interesante que se aborda
desde la Terapia Gestalt.
"la
oportunidad de hacer una persona entera a partir
de la división, se
hace cierta"
Claudio
Naranjo
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Fuentes:
Claudio Naranjo "Gestalt de vanguardia"
Tesina de María Cruz García de Enterría Carande "Las polaridades y/en la terapia Gestalt"
Oscar Prettel B. "Trabajo con las polaridades"
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