Esta
entrada trata sobre la Ira, el enfado , la furia, la cólera, el
cabreo o la rabia. Para hablar de esto te invito a que te tomes unos
segundos para reflexionar…
Haz
un ejercicio de memoria y recuerda...
"¿Cuando
te enfadas? ¿En que ocasiones te llenas de ira? ¿Qué enciende tu
fuego interior?"
¿PARA
QUÉ ME SIRVE?
Lo
primero que quiero dejar claro, es que la Ira, como el resto de
emociones tiene una función en nuestra vida (la parte
biopositiva) ninguna emoción está en nosotros para amargarnos la
vida, siempre nos protegen o nos avisan de algo, siempre tienen una
importante función para nuestro organismo y para nuestra salud.
En
el caso de la ira, es un mecanismo de protección frente a una
amenaza, cuando sentimos un peligro tenemos dos opciones instintivas:
Ataque o Huida, la ira es el ataque, atacar aquello que nos pone en
peligro, nos da fuerza, nos ayuda a defendernos, es un mecanismo de
supervivencia.
La
ira se da ante estímulos que el organismo interpreta
como amenazas, para su supervivencia psicológica o física o
para salvar obstáculos que dificultan la satisfacción de una
necesidad.
¿DE
DONDE SURGE?
Cuando
la ira surge hacia una persona lo llamamos “Resentimiento”
que viene de una rabia antigua hacia alguien, normalmente no hemos
cerrado un capitulo del pasado y vienen a nuestra mente pensamientos
con todo lo que le querríamos haber dicho a esta persona y nunca lo
hicimos. Un recurso para paliar el resentimiento es escribirle una
carta, liberando estos pensamientos, que nos desatan esta “molesta”
emoción, sobre el papel y dejen de revolotear en nuestra mente.
La
ira se produce ante la no aceptación de
la realidad del ahora. Me molesta algo porque no es como yo quiero
que sea y no acepto que sea como es. Me resisto a la realidad y
entonces la juzgo y la critico y esto me lleva a una sensación
desagradable y esta a la emoción de ira.
La
rabia o la ira son una resistencia, un juicio, que crea
negatividad en nuestros pensamientos y estos pensamientos se
convierten en una sensación incomoda que se traduce en esta emoción.
Si
me doy cuenta a tiempo de estos pensamientos, puedo parar la cascada
que me llevará a la ira.
Cuando
estos pensamiento son inconscientes, no te das cuenta, no eres
consciente y el pensamiento surge, activando la cascada; surge la
sensación y te sientes mal y enfada@ y no atinas a saber por qué.
Mantente alerta a lo que piensas, observa el pensamiento y evitarás
llegar al cabreo y darte cuanta cuando ya ha surgido la sensación.
¿QUÉ
PUEDO HACER?
Darte
cuenta, ser consciente:
-
De tus pensamientos: observar lo que piensas y no dejarte
arrastras por ellos, recuerda tu no eres tus pensamientos, eres mucho
mas. En todo caso tus pensamientos son tuyos y nunca al revés, por
tanto puedes manejarlos como la herramienta a tu servicio que son.
Que ellos no te manejen a ti.
-
De tu cuerpo: Estate atent@ a tu cuerpo, cuando la ira va a
surgir existen cambios químicos en tu cuerpo, obsérvate y detecta
esos cambios. Al darte cuenta puedes frenar la sensación corporal,
me des-identifico de esa emoción. Tu tampoco eres tus emociones,
ellas son tuyas y por tanto tus herramientas, al igual que los
pensamientos.
-
De tu respiración: cuando la respiración se altera es una
señal de que algo a nivel subconsciente te está afectando. El
recurso para hacernos conscientes de nuestra respiración es la meditación o el mindfulness.
En resumen, para detener la fuente de
la ira de una forma profunda hay que ser conscientes de
nosotros mismos y darnos cuenta de lo que nos pasa.
Existen otras técnicas
superficiales, que nos pueden ser útiles en un momento dado,
cuando necesitamos cortar la explosión de ira de forma exprés, esto
no solucionará nuestros problemas de ira a largo plazo pero hay
momentos que requieren una acción de urgencia. ( si estamos en una
reunión o vemos que vamos a tener una conducta violenta)
- Respiraciones profundas y contar
hasta 10.
- Traer un pensamiento positivo a
nuestra mente para sustituir los pensamientos negativos.
La diferencia entre las
técnicas profundas y las superficiales es la consciencia, la
atención. En las primeras nos hacemos conscientes y centramos la
atención en nuestra ira, en las segundas, por el contrario lo que
hacemos es desviar la atención hacia otra cosa.
Las técnicas superficiales no
solucionan el problema, lo reprimen para que no haya una
manifestación de ira en un momento inadecuado.
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